La candidiasis crónica o la recurrente, conocida en inglés como síndrome de la levadura, es el organismo responsable de las aftas comunes. La Cándida albicans es un tipo de levadura que pertenece a la familia de los hongos. Puede afectar localmente como en el caso de la vaginitis o puede extenderse más allá de la región abdominal e infiltrarse en el torrente sanguíneo, lo cual permitirá afectar prácticamente a todas las partes del cuerpo.
A pesar de que está en nuestro organismo desde el nacimiento, no todos padecemos candidiasis, sistémica o no. Se detecta mediante el cultivo de las heces y por los anticuerpos de la cándida en sangre, que se han creado para destruirla. Estos anticuerpos se detectan, pero su presencia puede que no parezca alarmante a quien realiza un análisis de sangre, dado que en un principio, no es perjudicial. Pero una concentración elevada en las heces o una alta concentración de anticuerpos proporcionarán una buena base para la evaluación.
Síntomas:
- Generales: fatiga, cansancio, letargo sin causa ni explicación, malestar general y disminución de la líbido.
- Trastornos del sistema nervioso: dolores de cabeza, mareos, irritabilidad, migrañas, dificultad de concentración.
- Trastornos del sistema inmunitario: alergias respiratorias y problemas de oído, nariz y garganta (otitis, rinitis, sinusitis), alergias cutáneas (acné, eccema, urticaria, psoriasis, aftas y erupciones en la boca).
- Trastornos del sistema endocrino: trastornos premenstruales y menstruales debidos a problemas hormonales.
- Trastornos en el sistema urogenital: irritaciones e infecciones locales (vaginitis, cistitis, aftas e irritaciones en el ano).
- Micosis cutáneas :(pie de atleta), ungulares y ginecológicas recidivantes.
- Trastornos digestivos: colitis, estreñimiento o diarrea, regurgitación ácida, gases. En los dolores gástricos comprobar la posible existencia de infección asociada al helicobacter pylori. Inflamaciones del abdomen superior con sensación de «fuego», empeoramiento cuando se consumen alimentos refinados o con levaduras, ansia por los refinados y/o azúcares y/o alcohol, intolerancia también al alcohol.
- Trastornos emocionales y mentales: depresión, sensación de impotencia, mala memoria, poca claridad de pensamiento, insomnio, ansiedad.
- Dolores articulares y musculares.
- Empeoramiento después de un embarazo o de la toma de anticonceptivos.
- Déficit de Zn (zinc) o de Fe (hierro).
- Empeoramiento con la humedad o con la niebla.
- Hipoglucemias, agravación de la diabetes e hiperinsulinismos.
- Retención hídrica, aumento de peso
- Síndrome del colon irritable (SCI), permeabilidad intestinal excesiva y toxinas intestinales (lesión del tejido conjuntivo que asegura la integridad de la mucosa intestinal causada por las toxinas del intestino, mala alimentación, radicales libres y la cándida).
- Aumento de la sensibilidad ante los productos químicos (por reducción de la función hepática ya que el hígado está sobrecargado al tener que eliminar las toxinas producidas por la cándida y las producidas por las bacterias patógenas).
Si quieres que averigüemos juntos las posibles causas que te han llevado a esta situación y sobre todo, quieres conocer cuál es el mejor tratamiento Dietético y Ortomolecular que te llevará a experimentar los cambios que tanto deseas, no te lo pienses y concédete tu mejor regalo: TU SALUD